La pedra en seco piedra seca de Mallorca acaba de convertirse en Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad y ha dejado tras de sí paisajes únicos y rutas de senderismo de inigualable belleza.
La peculiaridad de esta técnica de construcción milenaria reside en que las piedras se apilan unas sobre otras en función de su forma y su tamaño para conseguir que queden adheridas sin necesidad de emplear ningún tipo de material que las una.

El hecho de no recurrir a cementos ni argamasas permite que el agua pase entre las piedras durante los días de lluvia y previene que estos muros denominados marges o marjades (bancales o muros de bancal) se acaben derrumbando.
Además, la pedra en secaprovecha un material que está muy presente en la naturaleza, lo que hace posible que agricultores y ganaderos puedan construir muros de piedra recurriendo a una técnica de bajo coste, así como cultivar en tierras con grandes desniveles.
Los amantes del senderismo tienen una cita obligada en la ruta GR 221 o ruta de la pedra en sec, donde es posible hacer recorridos breves de una hora y media de duración o conocer en profundidad la isla, sus paisajes y sus costumbres a través de senderos que animan al viandante a caminar durante más de nueve horas.
A día de hoy, prácticamente la totalidad de los caminos de la ruta GR 221 han sido restaurados por el Consell de Mallorca, lo que hace que sean accesibles a pie para personas de todas las edades sea cual sea su condición física, ya que ofrece tramos con distintos niveles de dificultad.