Bienvenidos a Chelva, un pintoresco pueblo situado en la comarca de Los Serranos, la primera de la Comunidad Valenciana declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO, también conocida como Alto Turia.
Si estás pensando en planificar unas vacaciones en la Comunidad Valenciana, es probable que busques un destino de playa como Denia o Cullera. Sin embargo, te recomendamos una estancia de varios días para descubrir pequeñas joyas escondidas en el interior, como la que os vamos a descubrir hoy.
A primera vista, Chelva puede parecer solo un destino rural más, pero detrás de sus modestas calles empedradas y su legado arquitectónico se esconde una rica historia y un sinfín de encantos por descubrir. Es un lugar recomendable para visitar a partir de primavera considerando que el invierno se hace sentir con fuerza en esta región. Los estrechos laberintos de calles que conforman el casco antiguo de Chelva cobran vida a partir de esta estación, como en tiempos pasados cuando cristianos, judíos y árabes coexistían en paz y armonía en este pueblo.
Explorando la arquitectura medieval de Chelva
La historia de Chelva se remonta a la época íbera, pero fue durante la dominación musulmana cuando la ciudad alcanzó su esplendor. Testigo de esta época dorada es el imponente Castillo de Chelva, una fortaleza de piedra que se alza sobre el horizonte como guardián de la historia. Desde sus almenas, los visitantes pueden contemplar las vistas panorámicas de los alrededores y dejarse llevar por la grandeza del pasado.
Dentro del casco antiguo de Chelva, los laberínticos callejones empedrados revelan importantes tesoros arquitectónicos. Se puede hacer una ruta llamada “Las Tres culturas de Chelva” con una extensión de aproximadamente 2 kilómetros que permite conocer los principales barrios históricos de la localidad:
- Barrio andalusí de Benacacira: La antigua medina árabe de Chelva, construida entre los siglos XI y XII, se distingue por sus pintorescos soportales, casas encaladas y estrechos callejones sin salida.
- Barrio judío de Azoque: Los callejones de la judería de Chelva mantienen el misterio y encanto de las antiguas aljamas medievales. Recorrerlos es embarcarse en un auténtico viaje al pasado de la localidad.
- Barrio morisco – mudéjar de Arrabal: Este barrio, que toma su nombre por su ubicación en las afueras del recinto amurallado de Chelva durante el siglo XIV, alberga monumentos destacados como la Ermita de los Desamparados y la Ermita de la Santa Cruz, que alguna vez fue la Mezquita de Banaeça.
- Barrio cristiano de la Ollería: Datado también en el siglo XIV, este barrio debe su nombre a los numerosos hornos de cerámica que poblaron sus calles en tiempos pasados.
Mientras recorremos el casco antiguo de Chelva, podemos descubrir la Iglesia Arciprestal de Nuestra Señora de los Ángeles.
Este impresionante edificio, obra maestra del gótico valenciano que data del siglo XV, construido sobre los restos de una antigua mezquita, es un testimonio de la rica herencia cultural de la región.
Otro destacado monumento es el Palacio Vizcondal, una joya arquitectónica que data del final del siglo XIV y que sirvió como residencia del Vizconde de Chelva. Este palacio alberga el alcázar almohade del siglo XII, que marcó el punto de partida para la evolución arquitectónica del edificio, hasta convertirse en el imponente edificio que domina la Plaza Mayor en la actualidad. Recientemente, se ha hecho un descubrimiento fascinante: se ha encontrado evidencia de una ocupación de época ibérica datada en el siglo IV a.C., y se ha confirmado que, en el siglo XIII, la primera iglesia cristiana de Chelva se erigió entre los muros del castillo.
La Ruta del Agua de Chelva
La Ruta del Agua de Chelva ofrece mucho más que un simple sendero; es un viaje en el tiempo y un encuentro con la esencia misma de la vida, donde el agua, la naturaleza y la historia se entrelazan para crear una experiencia inolvidable, ideal para disfrutar en familia con niños.
Este itinerario turístico, trazado en forma circular, combina armoniosamente la naturaleza y la cultura en un agradable paseo. Comienza en la Plaza Mayor y desciende hacia el río, desde allí, hay que dejarse guiar por los carteles que señalan los caminos a seguir.
A lo largo del término municipal, los visitantes pueden deleitarse con las aguas cristalinas del río de Chelva mientras disfrutan de un tranquilo paseo, contemplando manantiales, fuentes y antiguos lavaderos.
Este recorrido también ofrece la oportunidad de apreciar el acueducto romano de Peña Cortada, declarado Bien de Interés Cultural, esta colosal obra de ingeniería hidráulica fue construida por los romanos en el siglo I d.C. El acueducto es uno de los más relevantes del país y conserva tramos a lo largo de 28km. Los elementos más espectaculares son: el Puente de la Rambla de Alcotas, el del Barranco del Gato y la Peña Cortada, un impresionante corte vertical seguido de una galería tallada en la roca que se puede recorrer.
Sumergiéndonos en la cultura local de Chelva
Pero Chelva no es solo historia y arquitectura; es también un lugar donde la cultura y las tradiciones locales están muy vivas. Si visitas Chelva durante la Semana Santa, podrás presenciar impresionantes procesiones religiosas que recorren las calles del pueblo, acompañadas de música y fervor religioso.
El 30 de abril se celebra la fiesta de “Los Mayos”, en esta fiesta la “Rondalla de Benacatacera”, conjunto musical de instrumentos de cuerda, recorre las calles del municipio; el gran arraigo de esta festividad hace que se unan muchos vecinos con el ánimo de participar de la celebración.
Esta fiesta tiene su origen cuando los jóvenes del municipio recorrían de noche las calles principales de Chelva para cantarles unas coplas “Los Mayos” a las mujeres.
Además, no puedes marcharte de Chelva sin probar su deliciosa gastronomía local. Desde platos tradicionales como la paella valenciana hasta dulces típicos como los buñuelos, la cocina de Chelva es una auténtica delicia para los sentidos.
Chelva es un lugar lleno de historia, cultura y belleza natural que no deja a nadie indiferente. Así que no esperes más y atrévete a descubrir esta joya escondida de la provincia de Valencia.