La Costa Blanca es uno de los destinos vacacionales más completos del Mediterráneo, no solo por la calidad de sus playas sino por la riqueza natural e histórica de la que hacen gala buena parte de las localidades que la componen. La ruta de los Castillos de Alicante está compuesta por 230 construcciones defensivas que dan buena cuenta de su vasto patrimonio cultural configurado por el paso de culturas y pueblos que imprimieron su carácter en la zona dejando un legado histórico de un valor incalculable.
La necesidad de protegerse ante posibles invasiones marítimas fomentó la proliferación de edificios defensivos de todo tipo: desde atalayas a fuertes, pasando por castillos, torres de vigía e incluso iglesias fortificadas.
Para conocer todos los puntos estratégicos de la arquitectura de defensa en la Costa Blanca, es recomendable seguir distintos itinerarios para no perderse nada. Por eso, vamos a repasar las principales rutas de los castillos de Alicante.
Castillos del Vinalopó
Es la Ruta de los Castillos de Alicante que cuenta con un mayor número de conjuntos arquitectónicos defensivos. Esta ruta parte de Villena y discurre por nueve castillos imprescindibles para entender la historia medieval del extenso valle del Río Vinalopó.
Un tratado entre Jaume I de Aragón y Alfonso de Castilla en 1244 convirtió a esta tierra, hoy famosa por su vinos, en frontera entre dos reinos. Este hecho propició que los señores de la zona vieran la necesidad de proteger sus territorios y, por tanto, de construir todo tipo de fortalezas defensivas. Así surgieron algunos de los castillos más importantes de la región como el Castillo de Villena, el de Sax o el de Petrer.
Castillos de la Llave del Reino
El Castillo de Santa Bárbara en Alicante es el hito más importante de este itinerario. Fue construido por Pedro IV de Aragón en el Siglo XIV sobre la cima del monte Benacantil, una ubicación estratégica para controlar tanto la entrada a la ciudad por el mar como las tierras de cultivo que la rodeaban, de ahí el nombre de La Clau del Regne, la Llave del Reino, con la que el monarca lo bautizó.
Distintas torres defensivas, fortalezas y murallas en las poblaciones de Mutxamel, Busot, El Campello y Aigués completan las visitas imprescindibles del recorrido. Mención especial merece la Isla de Tabarca, que se puede visitar de forma independiente en una más que recomendable excursión de un día. En ella se encuentra un encantador pueblo amurallado que forma parte del conjunto histórico defensivo de la ciudad junto con la Torre de San José. Además, sus calas y playas de agua cristalina están consideradas como reserva marina por su imponente biodiversidad.
Castillos del Tudmir
Esta ruta de los castillos de Alicante nos lleva hasta el sur de la provincia y tiene como epicentro la localidad de Orihuela. La Vega Baja del Segura reúne algunos de los conjuntos históricos defensivos más relevantes de la península. Las distintas culturas que poblaron esta zona han dejado un rastro en forma de edificaciones defensivas como torres, murallas o castillos árabes con un importantísimo valor cultural e histórico.
La relación entre la agricultura y las fortalezas que componen este itinerario es muy estrecha. Su distribución en torno a la huerta alicantina tenía el objetivo de proteger un territorio muy codiciado por su fertilidad y valor estratégico. El recorrido completo pasa también por las localidades de Cox, Callosa del Segura, Guardamar del Segura, Torrevieja y Pilar de la Horadada.
Castillos de la Montaña
La combinación perfecta entre naturaleza y cultura. Este itinerario es especialmente recomendable para los amantes del senderismo debido a la proximidad del Paraje Natural de las Sierras del Maigmó y del Sit y al Parque Natural de la Sierra Marola, dos de los parajes naturales más importantes de la provincia.
El recorrido comprende 14 localidades con un conjunto de hitos históricos representados en su mayoría por fortalezas árabes que se funden con los espectaculares paisajes montañosos de la Cordillera Prelitoral. Una invitación a escapar del bullicio de la costa y disfrutar de la tranquilidad de los pueblos de la montaña alicantina.
Castillos de la Frontera del Miedo
El sugerente nombre de este recorrido histórico se basa en el temor a los ataques de los corsarios y a posibles invasiones por mar, lo que dio lugar a la necesidad de crear núcleos de poblaciones estables en una zona que hasta el momento se encontraba prácticamente virgen.
Una vez creadas las poblaciones surgió una nueva necesidad: su defensa. Para ello se construyeron una serie de edificaciones fortificadas a lo largo de la costa que suponían un freno a los peligros que acechaban por vía marítima. Y así, los habitantes de las ciudades costeras podían vivir sin miedo.
Veinte hitos históricos componen esta lista, situados en poblaciones tan conocidas como Benidorm, Denia, Altea o Calpe. Visitar estos edificios supone una manera diferente de conocer lugares que en ocasiones son más famosos por sus playas y su oferta hostelera, pero que también albergan un patrimonio histórico más que recomendable.
Los puntos de interés de La Costa Blanca son muy variados, pero entre los que destacan por su valor histórico, los edificios de la Ruta de los Castillos de Alicante ocupan un papel protagonista. Además, existe una amplia oferta de visitas guiadas y teatralizadas para adentrarse en la historia que se esconde entre los muros, almenas y contrafuertes de los castillos de más famosas de la provincia de Alicante.
En Vacalia encontrarás una amplia oferta de alquileres vacacionales en la Costa Blanca, perfectos para conocer tanto las playas como las ciudades y monumentos más importantes de la zona.