Skip to content Skip to footer

Semana Santa en Pollensa, un viaje inolvidable en la Sierra de Tramontana

La Semana Santa en Mallorca se presenta como una experiencia inigualable, donde la isla disfruta de tradición, gastronomía y buen tiempo. 

Entre los numerosos lugares que destacan durante estas festividades, Pollensa, una pintoresca villa ubicada en la Sierra de Tramontana, destaca como un destino que fusiona la espiritualidad de las celebraciones religiosas con la rica herencia cultural de la región. 

Este pequeño municipio se distingue por sus angostas callejuelas que circundan la Plaza Major llena de restaurantes y bares. Además de su riqueza arquitectónica, Pollensa cautiva con su entorno paisajístico repleto de pequeñas calas como Cala Bóquer y Cala Murta

Cala Bóquer
Cala Bóquer

En Vacalia, ponemos a tu disposición una amplia variedad de casas y villas en alquiler en esta destacada zona de Mallorca.

El Descendimiento del Viernes Santo, una tradición centenaria y emocionante

El acto más destacado de la Semana Santa en Pollensa es, sin duda, el Davallament o Descendimiento del Viernes Santo. Este evento, considerado de interés turístico desde 1968, es una de las representaciones más antiguas de teatro sacro en las Islas Baleares. El acto empieza al retirar la imagen de Jesús del Oratorio del Calvario y llevarla en una impresionante procesión descendiendo por los 365 escalones flanqueados por cipreses hasta la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, patrona de Pollensa.

Este ritual que se realiza en completo silencio, e iluminado únicamente por la luz de las antorchas que llevan los miembros de las diferentes cofradías, ha convertido al Descendimiento de Pollensa en uno de los momentos más destacados de la Semana Santa mallorquina, atrayendo a visitantes de todas partes del mundo.

Descendimiento de Pollensa
Descendimiento de Pollensa

La ceremonia es organizada por la cofradía del Calvario de Pollensa, conocida popularmente como la “Cofradía de las Capas”. La razón de este nombre es que todos los participantes según los estatutos que datan del siglo XVII deben cubrirse con un manto negro.

Algunas de estas capas han perdurado entre 100 y 150 años, convirtiéndose en auténticas reliquias familiares transmitidas a lo largo de las generaciones.

Los Templarios fueron los primeros propietarios de la montaña donde se construyó el Calvario en Pollensa, que acoge hoy día una de las tradiciones más impresionantes de la semana santa mallorquina que además ofrece las mejores vistas de la localidad.

Riqueza arquitectónica y cultural de Pollensa

Explorar Pollensa durante la Semana Santa también brinda la oportunidad de descubrir su riqueza arquitectónica y cultural.

Calles de Pollensa
Calles de Pollensa

Lugares emblemáticos como el Puente Romano, la Casa Consistorial y el convento de Santo Domingo, sede del Museo de Pollensa, ofrecen una mirada al pasado histórico de la región. El museo, además de sus exhibiciones permanentes, organiza eventos culturales todo el año.

Puente Romano
Puente Romano

Explorando los alrededores de Pollensa

El municipio contiguo a Pollensa, Port de Pollença, se presenta como una opción cercana e interesante para los visitantes. 

El que fuera un sencillo puerto pesquero hoy es un lugar con una espléndida variedad de cafés y restaurantes.

Además, la espectacular bahía de Port de Pollença ofrece condiciones particularmente ideales para descargar adrenalina practicando el kitesurf. El tramo de playa a mitad de camino a lo largo de la bahía es una meca para los kitesurfistas, con un centro de kitesurf que ofrece clases para principiantes.

Si buscas playas para disfrutar de la tranquilidad y alejadas de multitudes y comercios, entonces Cala Sant Vicenç se presenta como una opción idónea. Situada a unos 4 km de Pollensa en la carretera hacia el puerto, esta cala natural ofrece a los visitantes un refugio tranquilo lejos de los centros turísticos convencionales, además de contar con excelentes restaurantes especializados en pescados frescos.

A unos 17 km de Pollensa en dirección a Palma, puedes encontrar el encantador pueblo de Campanet. Aunque este pintoresco pueblo no ofrezca una amplia variedad de actividades, su Plaza Mayor con sus acogedores cafés os dará una perspectiva genuina de la vida local. La visita a las Coves de Campanet es imprescindible, aunque son mucho más pequeñas que las populares Cuevas del Drach están muy bien conservadas.

A unos pocos kilómetros, al noreste del Puerto de Pollensa, podéis encontrar unas vistas espectaculares desde el Mirador de Sa Creueta y la Atalaya de Albercutx.

Mirador de Sa Creueta
Mirador de Sa Creueta

Y ya en la punta norte de la isla, se encuentra el Faro de Formentor, cuyo acceso es una experiencia verdaderamente memorable. La serpenteante carretera que conduce al faro trascurre por zona montañosa que permite disfrutar de espectaculares vistas panorámicas con el mediterráneo de fondo.

Faro de Formentor
Faro de Formentor

A unos 20 minutos en coche, se abre un abanico de opciones pudiendo visitar el Puerto de Alcudia o la ciudad medieval de Alcudia. Esta zona ofrece una gran variedad de monumentos, restaurantes y tiendas, junto con una extensa playa de arena para relajarse y disfrutar del sol.

Gastronomía tradicional de Semana Santa en Pollensa

Los Rubiols son exquisitos dulces tradicionales de Semana Santa típicos de la isla de Mallorca, aunque es sencillo hallarlos en las pastelerías de otras islas durante todo el año. Estas delicias se presentan como empanadillas de masa dulce, adoptando una forma de media luna y están rellenas, con cabello de ángel o pasta de requesón.

Rubiols de Semana Santa
Rubiols de Semana Santa

No lo dudes, descubre la magia de la Semana Santa en Pollensa

Explorar Pollensa durante la Semana Santa es adentrarse en una experiencia única que combina espiritualidad, cultura y naturaleza. Desde las emotivas procesiones hasta la rica historia arquitectónica, Pollensa es un destino incomparable en Mallorca durante esta época del año. Sumérgete en la magia de la Semana Santa mallorquina en esta encantadora villa de la Sierra de Tramontana, donde cada rincón cuenta una historia y cada tradición deja una huella imborrable.